viernes, 20 de agosto de 2010

- ''Ni siquiera me atendió un especialista", denuncia el vigilante de seguridad.

Una batalla ganada por un afectado del JK5022, empleado de Securitas.
Orlando González intenta curar la herida emocional abierta a raíz de la pérdida de su nieto y de su nuera en el accidente del vuelo JK5022 en el Aeropuerto de Barajas el 20 de agosto de 2008.
La batalla de Orlando con la empresa en la que trabajaba desde 1994, Securitas, comenzó en diciembre de 2009. En esa fecha, la compañía notificó al trabajador su despido, amparándose en un informe negativo de una mutua privada,(UNIPRESALUD) tras un reconocimiento médico. ''Ni siquiera me atendió un especialista", denuncia el vigilante de seguridad.
Orlando agradece las muestras de apoyo que ha recibido por parte de sus compañeros de trabajo, del comité de Actividades Diversas de CCOO y del letrado que le asistió en el juicio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario