martes, 31 de agosto de 2010

- Los locales donde se ejerzan actividades de naturaleza sexual


Estarán obligados a contratar los servicios «durante todo su horario de funcionamiento» de «como mínimo, una persona vigilante de seguridad privada» por cada 50 clientes.
Y para que la integridad física de empleados y clientes quede plenamente asegurada, dice, los burdeles también tendrán que garantizar la obtención de preservativos a todas las personas usuarias, ya sea entregándolos personalmente o mediante máquinas expendedoras. «En el interior de los locales se ha de fijar un rótulo advirtiendo que el uso de preservativo es la medida más eficaz para prevenir las enfermedades de transmisión sexual», agrega el reglamento.
 El texto obliga también a los propietarios de estos establecimientos a disponer de zonas de vestuario y de descanso para el uso de las personas que trabajan en ellos. Estos espacios «no pueden ser utilizados para otras finalidades como la pernoctación o vivienda» de los empleados.

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