El Tribunal Supremo (TS) ha suspendido un año de servicio a un miembro de la Guardia Civil que ejercía sus funciones en el puesto almeriense de de Garrucha tras probar que el acusado prestó sus servicios simultáneamente durante un periodo de tiempo como encargado de seguridad de un local de Mojácar.
Según señala la sentencia del Alto Tribunal, el agente, que mantenía una "relación de amistad" con el propietario del establecimiento, dedicaba su actividad a asegurar el buen orden de los clientes dentro del local y en controlar el trabajo del conjunto de los vigilantes.
Así, los hechos probados indican además que el acusado desempeñó esta actividad al menos durante los fines de semana de agosto y septiembre de 2006 en horario de madrugada, pese a que su condición con miembro de las Fuerzas de Seguridad y el Orden, "conocida públicamente por la población civil" le impedían ejercer dichas funciones.
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