El motivo no es otro, que acortar al máximo los plazos para que entre en vigor la nueva reforma laboral -algo que podría ocurrir a finales de agosto- ya que ahora los empresarios están a la espera de su aprobación definitiva para hacer uso de ella. Las conversaciones previas tenidas entre el Grupo Parlamentario Socialista y el resto de los grupos apuntan a que el eje de la negociación de las enmiendas se llevará a cabo entre el PSOE y CiU utilizando como base los cambios legales propuestos por los nacionalistas catalanes.
Entre las enmiendas de mayor calado que se discutirán está la que sugiere que sean los convenios colectivos los que, a través de la negociación entre empresarios y sindicatos, concreten las causas, sobre todo las económicas, para poder alegar un despido objetivo (con una indemnización de 20 días por año y un máximo de 12 mensualidades). Asimismo, se discutirán fórmulas para frenar el absentismo o aliviar su carga para los empresarios, como que la Seguridad Social pague la baja médica del trabajador desde su cuarto día de ausencia al trabajo. También se abordarán nuevas deducciones fiscales por formación.
Derecho de huelga
Pese a que la mayoría de los políticos y agentes sociales coinciden en la necesidad de regular el derecho de huelga, no parece vaya a hacerse ahora. Así, la enmienda del PP que pide prohibir la huelga cuando se esté negociando un convenio tiene pocos visos de salir adelante.
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