La reforma laboral del Gobierno introduce modificaciones en los despidos por causas objetivas, generaliza el contrato indefinido más barato (33 días de indemnización por año trabajado), da más flexibilidad interna a las empresas y establece, para todos los contratos indefinidos, que en el caso de despido sea el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), nutrido exclusivamente de cotizaciones empresariales, el que abone ocho días del importe total de la indemnización.
Cuando los sindicatos anunciaron la convocatoria de la huelga, el líder de CCOO ya avanzó que aunque trabajarían para lograr una respuesta masiva en la huelga general, también lo harían "en otros escenarios pare impedir que el Real Decreto se convierta en Ley".
CCOO y UGT, sindicatos convocantes de la huelga del 29-S, entienden que la reforma laboral es "regresiva", no va a generar confianza, será "inútil" para resolver los problemas del mercado laboral" y "consolidará por siempre jamás" la dualidad del mercado de trabajo.
Asimismo, han denunciado que el decreto del Gobierno "va a hacer más barato el despido, va a suponer un incremento de la temporalidad estructural y conllevará un debilitamiento de la negociación colectiva". "Es un golpe importante para la negociación colectiva", llegó a decir Toxo.
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