La empresa valenciana Levantina de Seguridad, que preside Roberto, se dispone a seleccionar a 30 candidatos para embarcar a bordo de los buques españoles. Este destacado personaje de la ultraderecha cuya formación invitó en su día a España al líder xenófobo francés Jean-Marie Le Pen será así el primer empresario en hacer negocio de la autorización que el Gobierno ha facilitado a los atuneros vascos para que porten a bordo vigilantes privados provistos de armamento militar, vedado hasta ahora a las empresas de seguridad.
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"Es una buena manera de que los ultraderechistas se vayan instruyendo en el manejo de armas (aún más), de que se enriquezcan y vayan organizándose más. Total, ya tienen una presencia importante en tribunales, economía, fuerzas de seguridad y medios de comunicación, ¿por qué no darles la oportunidad de oro de formar unas nuevas camisas pardas? En España opositamos con empeño al golpe de estado, y la normalidad con la que asumimos la presencia de grupos antidemocráticos de extrema derecha y de sus acciones demuestra que por mucha pantomima de la Transición, seguimos viviendo en un post-franquismo que mantiene los principios del fascismo bien activos.
Y cuando queramos hacer algo, como siempre, será tarde."
Gancha.
"Es una buena manera de que los ultraderechistas se vayan instruyendo en el manejo de armas (aún más), de que se enriquezcan y vayan organizándose más. Total, ya tienen una presencia importante en tribunales, economía, fuerzas de seguridad y medios de comunicación, ¿por qué no darles la oportunidad de oro de formar unas nuevas camisas pardas? En España opositamos con empeño al golpe de estado, y la normalidad con la que asumimos la presencia de grupos antidemocráticos de extrema derecha y de sus acciones demuestra que por mucha pantomima de la Transición, seguimos viviendo en un post-franquismo que mantiene los principios del fascismo bien activos.
Y cuando queramos hacer algo, como siempre, será tarde."
Gancha.
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