Su presencia, en torno al 12 por ciento, supone todavía un porcentaje bajo pero en una clara línea ascendente sobre años pasados.
La incorporación de la mujer al ejército así como a otras profesiones hasta ahora destinadas a los hombres está configurando también el panorama laboral de nuestra sociedad.
Lógicamente, esta presencia se hace notar en mayor proporción en las grandes empresas aunque cada vez más empiezan a contratarse mujeres en empresas de menor tamaño o específicamente territorial.
Que la figura de un vigilante de seguridad femenino esté convirtiéndose en algo bastante normal da la medida de que nuestro sector ha alcanzado un importante grado de madurez, así como de que estamos plenamente integrados en las políticas laborales de los países desarrollados.
Sección Sindical
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